MENTAL "Capitulo 1"

Lo prometido es deuda, así que aquí os dejo la primera parte, por así decirlo, de una historia que he comenzado a escribir. No sé cuanto durará, ni como acabará ya que la voy escribiendo sobre la marcha. Deciros que es una historia donde la fantasía y el amor son los principales protagonistas. Una joven que lee la mente, un ser que va tras ella, un chico que se cruzará en su camino para ayudarla....
Espero que os guste, me habéis motivado un montón, así que os la dedico a tod@s vosotr@s con mucho cariño.


Abro los ojos, estoy bañada en sudor y mi corazón late descontroladamente. Intento respirar profundo, coger aire lentamente y relajarme. Solo es una pesadilla, Karen, me digo a mi misma para intentar calmarme, la misma pesadilla que cada noche me invade, que cada noche viene a mi y me envuelve con sus garras, esa pesadilla que perturba mis sueños desde hace tanto tiempo, desde ese día en el que todo sucedió.

Me calmo, miro el reloj, las 5 de la mañana, intento volver a dormirme pero se que no podré. Le doy vueltas a la cabeza recreando una y otra vez ese escenario donde me veo sumergida cada noche cuando cierro los ojos. Siempre es lo mismo, estoy atrapada en una habitación, totalmente a oscuras, con un denso silencio, un silencio que realmente parece estar gritando a pleno pulmón. Y de repente, esa presencia, alguien aparece en ese conocido escenario, lo noto, noto su aliento en mi oreja, y un frío sudor recorre mi espalda. Sin poder evitarlo contengo la respiración, no quiero hacer ruido, pienso que así quizás no sepa que estoy ahí y me deje marchar. Siento mi corazón desbocado, su ensordecedor latido parece llenar la habitación y entonces lo noto, lo noto dentro de mi cabeza, me invade, entra en mi mente y revuelve mis pensamientos, busca algo desesperadamente pero nunca encuentra nada. Yo grito, me retuerzo, quiero que salga de mi cabeza, quiero despertar…

Una lágrima desciende de mi mejilla, me siento liberada, lloro de tristeza y alegría a la vez ya que ahora no podrá hacerme nada, estoy despierta.

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El agua esta hirviendo, me quema la piel pero esa sensación me gusta. Me sumerjo hasta los hombros e intento relajarme. Algo en mi cabeza está dando vueltas, mi mente quiere decirme algo que se me ha pasado por alto. Entonces lo recuerdo. Había alguien más, esos ojos azules, ahí en medio de esa densa oscuridad. Mi corazón deja de latir un segundo, estoy desconcertada, llevo años soñando lo mismo pero hoy, hoy ha sido distinto, mi pesadilla ha cambiado, hay alguien más en ella y un escalofrío recorre mi cuerpo, el miedo me invade, miedo al no saber que sufrimiento me deparará mañana cuando cierre los ojos y la oscuridad se apodere de mi.

El sol empieza a pintar de color las calles, hace calor, Intento quitarme ese sabor amargo que me ha dejado la noche, intento sonreír, hoy es mi día libre. Derek me está esperando y no quiero preocuparlo más.

Cojo bollos en la pastelería de la esquina, llevo haciendo cada lunes lo mismo desde hace…mucho tiempo. Creo que necesito un cambio, me paro a pensar, a mis 22 años la rutina se ha apoderado de mi vida, sin querer me río y la gente me mira extrañada, entonces me vuelvo a reír.

Cinco minutos, como es posible que lleve cinco minutos timbrando y no se halla despertado, me va a escuchar…lo llamo al móvil, lo escucho sonar tras la puerta, se corta la llamada, oigo un golpe, un aaauuuu!!! y un movimiento de pasos. Suspiro, al fin se ha despertado. La puerta se abre, un poco, espero, mi paciencia me supera y la empujo para que se abra mas, entonces lo veo, ahí, en medio del pasillo, apoyado contra la pared, con los ojos entrecerrados y una cara horrible.

-Peroooo ¿Qué te ha pasado? ¿Te encuentras bien?

-Creo que a mi cabeza no le queda mucho tiempo de vida…ha empezado la cuenta atrás, intenta bromear.

-¿Dónde te metiste ayer?

-….

-Ah!! Mmmm, dame un segundo, déjame adivinarlo, una chica guapa a la vista, si reconozco que es realmente guapa, te acercas, te presentas, la invitas a una copa con intenciones de emborracharla y llevártela a la cama, pero al final el que se emborracha eres tu, y la que te tiene que llevar a la cama es ella pero no precisamente para pasar una noche loca.

Su expresión cambia y se da la vuelta con cara de pocos amigos.

-Sabes perfectamente que no quiero urges en mi cabeza, creo que tengo derecho a un poco de intimidad…

-Sonrío, adelanto mis pasos y le tiro del pelo cariñosamente.

-Auuuu!!

-No hace falta que te lea la mente para saber cuales son tus tácticas, te conozco demasiado bien.

-…..

Sonrío y le doy la bolsa con los bollos

-Supongo que no tendrás hambre.

Me tumbo en su cama y ojeo una revista mientras Derek se ducha. Hace 3 años que lo conozco, desde el primer día conectamos enseguida y desde ese momento se ha convertido en mi mejor amigo.

Miro alrededor, la habitación está patas arriba, ropa en el suelo, latas vacías en la mesilla, papeles por todos lados….

-¡¡¡no tardes, tengo miedo que salga algún ser horrible entre tanta porquería y me devore!!!

-¡¡¡muy graciosa!!!!

La puerta se abre y Derek sale en calzoncillos, me quedo mirándolo, nunca me dejara de sorprender su cuerpo, tan definido. El se da cuenta y una sonrisa se dibuja en su cara.

Pero de pronto mi rostro se ensombrece y el se da cuenta.

-¿Otra pesadilla?

-…

-Deberías divertirte y distraerte un poco mas, ya veras como así dejaras de tener esas horribles pesadillas.

-Hoy ha sido distinto Derek, había alguien más en ella.

-¿En tu pesadilla?

-Si. He visto unos ojos, me miraban, me estaban observando. Ha sido una sensación muy extraña.

-¿Unos ojos? mmmm, puede que eso sea una buena señal ¿no?

-O quizás no…igual es otro repugnante ser que se quiere meter en mi cabeza. A veces pienso que jamás podré dormir tranquila, como las personas normales.

-Los dos sabemos que tú no eres una persona normal.

-Pues ojalá lo fuera, yo no elegí tener estos estupidos poderes.

Sin poder evitarlo, las lagrimas desbordan mis ojos y lloro, lloro como no lo había echo desde hace mucho tiempo. Derek se apresura y me rodea con sus brazos. Con el me siento verdaderamente segura.

Caminamos en silencio por la calle, uno al lado del otro. Mi mente navega, sin rumbo, intento relajarme, no quiero ponerme triste, entonces abro mi mente y me distraigo cotilleando un poco en la de los demás. Se que eso no esta bien, pero eso aparta mi mente de otras cosas, haciéndome sentir un poco mejor.

Me empiezo a relajar y mi mente me hace retroceder en el tiempo, mucho tiempo atrás, cuando apenas era un bebe y no paraba de llorar. Recuerdo ese ruido insoportable que siempre tenia en mi cabeza, me molestaba y no podía hacer nada para evitarlo. Mis padres me cogian en brazos e intentaban calmarme, sabían lo que me sucedía, me compendian porque ellos habían pasado por lo mismo. Ellos también nacieron con este don, si es que se le puede llamar así claro. Somos distintos, distintos a los demás y se nos conoce como “mentales”.

El día transcurrió deprisa, nos divertimos bastante. Comimos en un italiano estupendo y luego fuimos a dar un paseo por la playa. Derek sabía que ir allí me relajaba, el olor del mar, el vaivén de las olas, el ruido al romperse en la orilla. Un espectáculo que nunca deja de maravillarme. Nos tumbamos en la arena y dejamos que el sol nos acariciara la cara, el verano estaba próximo y eso me hacia sentir llena de energía.

Parados en frente del portal de mi edificio Derek me miraba preocupado.

-¿Seguro que estarás bien?, puedo quedarme si quieres.

-En serio, no te preocupes, estaré bien.

Me dio un beso en la mejilla y se fue. Me quede ahí parada hasta que su silueta se perdió en la noche. Entonces me repetí a mi misma, estaré bien.