REFLEXIÓN

Hoy es un día cualquiera de un mes cualquiera de no importa qué año. Aquí me encuentro, plasmando en la medida de lo posible todo lo que se me pasa por la mente. Bien es sabido que la mente es más rápida que la mano. Pues bien, ahora no hace frío ni calor, en la calle el día está gris, no llueve pero hay nubes que dejan la evidencia de que sí lo ha hecho, y no hace mucho. Una música de fondo suena en la habitación, cada cierto tiempo cambia de estilo.
Una pequeña mosca pasa por mi campo de visión. Mírala, no es consciente de que en cualquier momento puede dejar de existir. Ignora la grandeza del pensamiento humano, ignora tantas cosas... No entiende, ni jamás entenderá porqué hay unos seres enormes que se empeñan en destruir su propio mundo, y eso que presumen de tener la suficiente inteligencia como para inventar trastos eléctricos, mecánicos...
A veces me gustaría ser una mosca, para no sentir, para no padecer. Poder perder la consciencia del mundo que te rodea, volar en círculos toda una tarde, sin saber que una línea recta me ahorraría mucho camino. Me da pena la mosca, pero más pena me da el hombre.
La mosca no va presumiendo por ahí, ni se empeña en hacer cosas que por naturaleza le sería imposible llevar a cabo. Pobre mosca, pobre ingenua que vive dando vueltas todo el día y que cuando se posa en algún sitio corre el riesgo de ser aplastada por un manotazo humano.
Pobre ser humano, tan aparentemente feliz, tan orgulloso de sus logros a lo largo de la historia, tan superior a los otros seres de la tierra... Se empeña en hacer lo que no puede y lo consigue, tropieza una y otra vez con las mismas piedras. El hombre, el único animal que bebe sin tener sed, come sin tener hambre y habla sin tener nada que decir, es el más desdichado de todos los seres de este planeta.
Siglos de evolución han dotado al hombre de la suficiente inteligencia para conocer el mundo. Cada vez se saben más cosas acerca de la vida y cada vez su mundo es más perfecto. ¿Perfecto para quién? Perfecto teóricamente para todos, pero realmente tan sólo para su comodidad. Progresan, o eso dicen. Inventan cacharros que les facilita la vida, pero perjudica a otros seres del mundo que tienen tanto o más derecho a vivir que el ser humano, que lleva cuatro días como especie dominante. Dicen estar en la cumbre de la pirámide alimenticia. No niego que sean más inteligentes que otros animales, pero reitero el derecho a vivir de los otros seres que conviven en la superficie terrestre.
El hombre piensa que va a seguir en la cumbre de la pirámide hasta el fin de los tiempos, cosa muy dudosa por mi parte y algo prepotente. Desde que existe la vida en la Tierra no ha gobernado únicamente una especie la cumbre de la pirámide, sino que las que han estado arriba han desaparecido. Aquí se confirma la ley de Newton que yo resumo en “todo lo que sube, baja”.
Sin embargo la mosca, un mísero insecto, tiene más posibilidades de sobrevivir en un entorno hostil que el hombre. Una mosca, una simple mosca, ella que se pasa todo el día dando rodeos para llegar al mismo sitio al que un hombre llegaría en línea recta.
En ocasiones las rectas son el mejor camino, pero no siempre.

2 comentarios:

Flopii dijo...

Es muy lindo! Como ya he visto, no sueles expresar tus sentimientos ( o eso has dicho)pero yo creo que los expresaste maravillosamente.Me dieron ganas de llorar, pues todo eso es cierto, y me dí cuenta, de que yo era como las personas que mencionas. En fin, sugue así, que esta maravilloso.
Flopii

LuPi LuKe dijo...

Gracias por el comentario, no escribo mucho en este blog, pero se agradecen los comentarios favorables, ayudan a continuar!

 
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