MENTAL "Capitulo 7"

Había pasado una semana desde la última vez que había estado con Matt, no había recibido noticias suyas en todos estos días y yo no hacía más que pensar en el… Por las noches me las arreglaba siguiendo el rastro que me había dejado para llegar a su habitación, un lugar en el que ahora ya no me sentía a gusto, no si él. Llevaba también toda la semana sin ver a Derek, que no paraba de llamarme para que nos viéramos y para ver que tal estaba. Me sentía un poco culpable por ello, pero es que no me apetecía estar con nadie, quería estar sola.
Eran casi las 8 de la tarde cuando mi móvil empezó a sonar, sin ver la pantalla ya sabía quien me llamaba, Derek.
-Hola Derek. Dije con poco entusiasmo.
-Te espero en media hora en el bar de siempre. Me dijo tajante. Y no acepto un no por respuesta, o vienes, o te voy a buscar y te saco a la fuerza de casa.
-Derek…
-Lo digo en serio Karen, me estoy empezando a preocupar y tu actitud me empieza a molestar. Me dijo algo enfadado.
-Está bien. Cedí. Bajaré. Siento mucho todo esto, no quiero que te enfades, venga, en un rato nos vemos. Un beso.
-¿No me vas a dar plantón, verdad?
-Noooo, te prometo que allí estaré, y si quieres que sea en media hora, es mejor que me dejes preparar…
-Está bien. Nos vemos.
Me quedé con el móvil en la mano y con muy pocas ganas de hacer nada. Era viernes, el fin de semana había empezado, y me había tocado libre en el trabajo, tendría que estar contenta y queriéndolo disfrutar, en cambio, estaba aquí, sentada en la cama lamentándome por todo, dándole vueltas a la cabeza, queriendo resolver dudas que yo sola no podría…

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Cerré los ojos, suspiré, me enfadé conmigo misma, me di un tirón de pelo para espabilarme, me puse en pie y me dije a mi misma, -tengo media hora para prepararme y convertirme en una chica pasable y decente. Y es viernes, así que alegra esa cara y a divertirte-
Me duche en un suspiro, me sequé un poco el pelo y lo arreglé lo mejor que pude. Me puse mis vaqueros preferidos y la camiseta más decente que encontré. Un poco de maquillaje por aquí, un poco de colonia por allá… y listo!!! Preparada, pero con veinte minutos de retraso, Derek me va a matar.
Salí corriendo del portal y casi me llevo por delante a un ancianito que pasaba por ahí en un mal momento. Iba con tanta prisa que ni siquiera me di cuenta de la persona que estaba observándome casi al lado del portal, era Matt.
Cuando llegué al bar casi no podía respirar, el corazón me latía a toda velocidad y estaba colorada por el esfuerzo. Derek estaba sentado al fondo con cara de muy pocos amigos.
-Si-siento llegar tarde. Dije entrecortadamente.
-Pues no lo sientas tanto, pensé que no ibas a venir, así que, que hallas llegado tarde es un echo que a mi en estos momentos no me importa demasiado. Dijo mientras se le escapaba una sonrisa. Te has puesto muy guapa, por cierto.
-Gracias. La verdad es que ya estoy un poco harta de estar baja de ánimos. Te advierto que esta noche vengo dispuesta a divertirme y a pasarlo tremendamente bien. Dije animada.
-Pues eso esta echo muñeca, me dijo guiñándome un ojo.
Tomamos algo rapidito y nos fuimos a cenar. Cuando salimos de la taperia mi equilibrio no era el mismo que cuando entramos y mi visión estaba un poco más borrosa.
Bailamos, nos reímos, y bebimos demasiado. Cuando me quise dar cuenta los dos ya estábamos demasiado acalorados como para dar marcha atrás. Ni siquiera me di cuenta de la persona que nos seguía pocos metros atrás.
Nos dividimos a medio camino porque ninguno estaba en condiciones de acompañar al otro a casa, y yo no quería quedarme a dormir en casa de Derek ya que mañana mi cabeza no estaría de muy buen humor y necesitaría dormir todo el día.
Iba demasiado distraída como para observar que alguien estaba casi a menos de un metro de mi, no reaccioné hasta que ese alguien me agarró de la mano y me hizo parar.
-¡Eres una inconsciente!. Me dijo una voz conocida.
-Me di la vuelta muy despacito para no marearme y fue entonces cuando lo vi. Era Matt, sin ninguna duda. Después de estar toda una semana sin dar señales de vida, ahí estaba el agarrándome la mano y diciéndome que era una inconsciente. Y eso hizo que la rabia empezara a subir por mi garganta.
-Di un tirón y me solté la mano. Me di la vuelta y empecé a andar sin ni siquiera decirle nada.
Apuró el paso hasta ponerse en delante y hacerme parar.
-¿Se puede saber que te pasa? Me preguntó irritado.
-¡¡Lo que me pasa es que llevas días desaparecido y ahora apareces de la nada diciéndome que soy una inconsciente!!.
-Estas borracha Karen, por eso te he llamado inconsciente. Y aún por encima ese amiguito tuyo ni siquiera ha tenido la decencia de acompañarte a casa. Dijo apretando los dientes.
-Soy mayorcita para venir sola para casa y además, eso no es asunto tuyo. Y mi amiguito se llama Derek y ni se te ocurra meterte con el. Le dije
Algo en su rostro cambió, se ensombreció. Tiró de mi para hacerme andar.
-Karen, escucha, no estamos solos, lo puedo sentir. Hay algo malo muy cerca de nosotros. Tenemos que darnos prisa y salir enseguida de aquí.
-Pero…
Quise decir algo o quizás protestar, pero su mente me decía a gritos que me moviera, me lo pedía por favor, me suplicaba. Un frío helado recorrió mi cuerpo, y aunque mi mente no estaba del todo despejada pude sentirlo yo también, y sabía perfectamente quien nos acechaba en las sombras, era esa cosa, mi peor pesadilla, pude recordar sus dedos hurgando en mi cabeza y el pánico me hizo apurar el paso.
-Es esa cosa, la que siempre está en mis pesadillas, le dije sin pronunciar ni una palabra.
-Seguramente te estaría siguiendo, sobretodo si dices que ya la has visto alguna vez fuera de tus pesadillas. Esto no es una buena noticia Karen, te ha estado siguiendo el rastro y me temo que te ha encontrado. Pero todavía no esta demasiado cerca, podemos despistarlo. Luego te llevaré a mi casa, no podemos arriesgarnos a ir a tu piso.
-¿Y como lo despistamos? Dije asustada.
-Karen, tienes que poner la mente en blanco, no pensar en nada. Tienes que cerrarle la puerta, así el no podrá seguirte.
-¿Cómo haces tu? ¡Sabes que yo no se hacer eso! Dije alarmada.
-Pues tienes que intentarlo Karen. Es importante que no pueda leer tu mente, si lo hace nos seguirá. Intenta concentrarte y hacer un esfuerzo.
Quise protestar pero no pude, estaba muerta de miedo y mi cabeza seguía dándome vueltas. Hacía muchísimo que no salía a divertirme y por una vez que me decidía me tenían que pasar estas cosas, y además, yo no solía beber demasiado y hoy había superado mis limites, me lamente en silencio. Intente despejarme rápidamente e intentar concentrarme, tenía que despejar mi mente y en este estado me iba a costar mucho más. Intenté no pensar en nada, pero con Matt a mi lado eso era bastante difícil. Sacudí la cabeza para intentar echar fuera todos mis pensamientos, pero lo único que conseguí fue marearme más.
Corrimos todo lo que pudimos, y poco a poco yo me iba relajando más, me iba despejando. Matt no dejaba de mirarme a cada instante y eso me ponía bastante nerviosa.
-¿Se puede saber porque me estas mirando de eso modo? Le dije
-Estas un poco pálida, y todavía no has conseguido cerrar tu mente, esa cosa todavía nos sigue y eso me preocupa. Así que no te asustes por lo que voy a hacer…
-Antes de poder preguntarle que es lo que iba a hacer, lo pude averiguar yo misma. Matt entró en mi mente como un viento huracanado, revolviendo todo a su paso…me asusté al sentir tanto alboroto dentro mi cabeza pero de pronto todo se calmó y una paz inundó mi cabeza hasta dejarla en silencio, podía sentir como caricias de sus pensamientos en mi cabeza, calmándome, abrazándome. Todo estaba en calma, ya no estaba ese remolino que segundos atrás arrasaba con todo, ahora solo había paz.
Giré la cabeza para ver a Matt, y pude comprobar en su cara que eso que estaba haciendo le producía un gran esfuerzo, su cara me lo demostraba, estaba agotado.
De pronto giramos en un callejón y de repente me vi metida en el portal de un viejo edificio, subiendo unas escaleras que parecían no acabar nunca. Cuando me quise dar cuenta ya estábamos en el interior del apartamento.
-Lo conseguimos, me dijo Matt exhausto.
-Bueno, yo diría que más bien lo has conseguido.
-Tu también me has ayudado Karen. Pero lo importante es que lo hemos despistado. Dijo cogiendo aliento.
-Matt, ¿estás bien? Tienes una cara horrible y se te ve muy cansado, le dije preocupada.
-Bueno, gracias por lo de la cara horrible…
-En serio…
-No te preocupes, estaré bien en un momento, solo estoy algo cansado por el esfuerzo de tapar tu mente, me recuperaré… me dijo
Pero yo ya no lo escuchaba, las lagrimas descendían por mi mejilla como ríos en la montaña, y mis piernas empezaban a flaquearme. Me rendí ante el agotamiento.
Antes de que mi cuerpo se desplomara en el suelo Matt ya me tenía entre sus brazos. Me envolvió con ellos con sumo cuidado, me llevo a la que supuestamente sería su habitación y me tumbo en la cama. Sentía frío pero pronto una manta acaricio mi piel, podía empezar a sentir su calor. Matt iba a cerrar la puerta y marcharse pero de mi boca salieron unas suplicantes palabras.
-Por favor, no te vallas, no quiero quedarme sola. Le dije.
Matt se acerco, y sin decir nada se tumbó a mi lado. Pude sentir sus fuertes brazos rodeando mi cuerpo, abrazándome, protegiéndome. Fue lo único que sentí antes de que mis ojos se cerraran y el cansancio ganara la batalla.

5 comentarios:

Ani dijo...

Ahí va soñadoras...siento haber tardado tanto en subirlo pero es que no he tenido tiempo de escribirlo :( espero que os guste.
un beso

inactive_ dijo...

Expectacular! Me encantó, muy bien descriptas las personalidades de los personajes, INCREIBLE!

Ade dijo...

Ani, cada vez mejor, te lo digo en serio.

Esa cosa esta vez estuvo a punto de atraparles, pero menos mal que Matt apareció (aunque estoy seguro que siempre estuvo ahí todos esos días) y la salvó.

¿Y qué me dices de ese final cuando él arropa entre sus brazos? Ufff.

Besos.

Ani dijo...

Gracias!!!! me alegro que os guste...porque como no estoy acostumbrada a escribir historias tan largas pues tengo que reconocer que a veces me cuesta seguir la historia o asi, pero si os gusta eso es lo importante ^_^
besos

Anónimo dijo...

Que es eso que le persigue?...y para colmo sabe ebria...ayayay...tenia que llamarse Karen!!!

 
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