MENTAL "Capitulo 2"

Tumbada sobre mi cama, la preocupación me embargaba, no quería cerrar los ojos y dormirme, pero sabia que acabaría sucumbiendo al sueño, solo sería cuestión de tiempo.
Y sin darme apenas cuenta, mis ojos se cerraron, pronto estaría allí y no podía hacer nada para evitarlo.
La oscuridad llenaba de nuevo cada rincón a mí alrededor. Me sentía inquieta, no sabía si volvería a ver aquellos ojos de la noche anterior. La curiosidad se apoderaba de mí sin poder evitarlo. Y de repente, esa sensación, un escalofrío recorrió mi cuerpo, y sabía perfectamente que esa criatura estaba muy cerca de mí. Sin saber muy bien como, me vi corriendo en medio de esa densa oscuridad.
Llevaba los brazos extendidos delante de mi cuerpo para no tropezar con nada, ni con nadie, llevaba años teniendo esta misma pesadilla y nunca me había atrevido a moverme ni un solo centímetro, pero esta vez era distinto, una inesperada energía envolvió mi cuerpo y me dio fuerzas para avanzar, para revelarme. Me sentía agotada de estar cientos de noches sumergida en este vacío, muerta de miedo. Si quería que esto acabara de una vez, tenía que hacer algo.
Corrí a ciegas hasta que mis manos tocaron algo, pero antes de que pudiera reaccionar caí de espaldas al suelo, un dolor recorrió todo mi cuerpo y me quede tumbada, ahí, en el suelo, sin fuerzas ya para levantarme, pero de pronto una mano me agarro y tiro de mi hasta ponerme en pie. Buscó mi mano en la oscuridad y tiró de ella hasta hacerme correr. Al principio estaba desconcertada y dudaba, pero pronto mis dudas se disiparon, quien quiera que fuera quien tiraba de mi quería ayudarme, podía leerlo en su mente.

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Corrimos, no sabría decir si fueron horas o tan siquiera minutos, me sentía cansada, quería despertarme y sentir la pesadez de las mantas sobre mi cuerpo, el calor de mi cama, anhelaba la tranquilidad de mi habitación y su seguridad. Pero sabía que eso estaba muy lejos todavía, me sentía a miles de kilómetros de distancia de ella.
De repente giramos hacia la derecha, sentía curiosidad por saber como esa persona era capaz de poder seguir un camino, sin ninguna luz que lo guiara. Intenté leer su mente, pero esta vez algo me impedía entrar, como si una barrera me bloqueara el paso. Nunca me había pasado nada parecido, y de pronto el miedo se apoderó de mí. Intente zafarme de su mano, quería dejar de correr, no sabia a donde me llevaba, no sabía si me había engañado. Pero en ese momento su mano se aferró mas a la mía y pude escuchar sus palabras, no en su mente, si no en la mía.
-Te sacaré de aquí, pero tienes que confiar en mí, no tengas miedo.
Era fácil decir algo así cuando no tienes ni idea de a donde te llevan, ni quien te agarra la mano, pero al fin me deje llevar.
De pronto algo cambió, entramos en una especie de habitación, donde la oscuridad era menos densa. Mis ojos se fueron adaptando y al fin empecé a distinguir aquello que estaba a mí alrededor. Era un dormitorio, poco amueblado, no había mas que una cama con una pequeña mesilla a un lado y una vieja estantería a los pies. Me quede verdaderamente sorprendida, no entendía como en medio de tanta oscuridad podía haber un dormitorio, allí, en la nada, donde solo había negrura…
-Aquí es donde paso las noches, es donde estoy cuando duermo, mas bien mi mente se encuentra en este lugar, yo estoy en mi cama, en mi habitación, durmiendo.
Me vi sorprendida al escuchar su voz y reaccioné, me di la vuelta para poder ver al fin a esa persona que me había ayudado a escapar de esa terrible criatura. Entonces, lo vi, era un chico, alto, delgado, de complexión fuerte, con el pelo castaño, muy corto, tendría un par de años más que yo, y esos ojos, esos ojos azules que había visto la noche anterior.
-Te he visto, la noche anterior, tus ojos, me estabas mirando.
-Siento mucho no haberte podido ayudar ayer, pero algo enturbio mis sueños y me desperté.
-No tienes porque disculparte, no era tu obligación ayudarme.
-Pues yo siento que si lo es, deberías saber que llevo noches soñando contigo. Al principio solo veía tu cara, pero cada noche todo iba cambiando, ya no solo veía tu cara, te veía a ti, muerta de miedo, angustiada, luego apareció esa cosa que hurgaba en tu mente buscando algo y luego me vi aquí, dentro de tu pesadilla.
Iba a responderle cuando de pronto algo empezó a suceder, estaba allí pero ya no podía escucharlo, y entonces abrí los ojos y el calor de mi cama me reconforto, estaba despierta.
Me quede un buen rato, así, quieta, con los ojos abiertos y confundida por todo lo que me acababa de suceder. No me podía creer que después de tantos años el guión de esta horrible pesadilla hubiera cambiado. Una agitación embargaba mi cuerpo, de repente algo cambió en mí y una inesperada energía recorrió mi cuerpo. Me sentía mas viva, como si de pronto alguien hubiera recargado mis pilas. Era la primera vez desde que había empezado a tener esa pesadilla que esa repugnante cosa no revolvía mi mente, no hurgaba en ella hasta hacerme gritar. Y sin poder evitarlo, una sonrisa iluminó mi cara.

Como siempre, llegaba tarde al trabajo. Me levantaba con el suficiente tiempo como para ir andando si quería, pero sin saber como, siempre me veía bajando las escaleras de mi edificio de dos en dos y conduciendo como una loca, tocando la bocina constantemente porque me daba la sensación de que todo el mundo iba muuuuy despacio.
Abrí la puerta de golpe e intente coger un poco de aire, después de mi carrera desde el aparcamiento hasta aquí necesitaba volver a respirar. Como siempre, nadie se extrañó, ya estaban acostumbrados al alboroto de mi llegada por la mañana y ni siquiera levantaron la vista para verme.
Trabajaba en un bar en la zona antigua de la ciudad. Llevaba tres años trabajando allí, desde que me había decidido dar un cambio a mi vida, no aguantaba ni un minuto mas viviendo en el campo con mis tíos. A ellos no les había echo ninguna gracia la idea de que me viniera yo sola a vivir aquí, a la ciudad, pero no les quedó más remedio de aceptar mi decisión, de aquella tenía 19 años y no podían obligarme a que me quedara con ellos.
Me dio mucha pena ver sus caras de tristeza cuando me marché. Ellos se habían echo cargo de mi desde que todo sucedió. Me criaron como si fuera su hija y jamás se lo agradeceré lo suficiente. Sabía que en el fondo tenían miedo, miedo de que me sucediera algo. Siempre me decían que tenía que tener mucho cuidado cuando ellos no estuvieran a mi lado, que jamás me descuidara y sobretodo que no le contara a nadie lo de mis poderes, pero la verdad, no entendía muy bien todo ese miedo que ellos tenían. En ese momento no sabía que pronto lo iba a descubrir.

7 comentarios:

Unknown dijo...

Te ha quedado muy bien el 2º capítulo ^^
Ahora a esperar el tercero T.T xDDDD

besoss!

Luna dijo...

Genial, a ver si publicas prontito el proximo. Besos

Anónimo dijo...

Me encantó la aparición de ese chico, es algo así como el héroe nocturno.
Fue una gran ayuda para ella y le devolvió la sonrisa a su rostro.

Eres muy buena, Ani, sigue así.

Ade.

Anónimo dijo...

Super, me encanto el muchacho misterioso.Y...Para cuando estará el prox. capítulo?

Anónimo dijo...

siguele ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡plis!!!!!!!!!!!!!
Todos los dias reviso la pagina a ver si ya salio al menos 1 capi.

Ani dijo...

Bueno chicas, la verdad es que es una sorpresa que os halla gustado...sois geniales!!! y buueno os comento que a la tarde publicaré el tercer capitulo.
Siento publicar los capitulos con tan poca frecuencia, pero es que estoy todo el día trabajando y no tengo demasiado tiempo para ponerme a escribir :( pero bueno, intentaré hacer hueco y escribir más a menudo...
besitos a todas

Flopii dijo...

Lo adoro, es recién el segundo capítulo y yo estoy super enganchada! Eres sencillamente maravillosa. Voy a ller el otro corriendo!
Flopii

 
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